La religión está ligada a la alimentación desde los inicios de la humanidad. Para la religión el alimento es considerado como una forma simbólica de expresar devoción, así mismo las crencias tienen influencia en los hábitos alimentarios.
A modo de resumen, podemos decir que en la mayoría de religiones se considera el comer como:
- Un acto carnal o emocional
- Un acto de control, restricciones y/o prohibiciones
- Un “pago” para asegurar protección y benevolencia: abstinencia y ayuno
Judaísmo, el Islam o el Catolicismo tienen prácticas relacionadas con la alimentación. Cada una de estas religiones siguen los libros sagrados, la Torà, el Corán y la Biblia.
Además de la religión, la cultura también influye en nuestra alimentación, ya sea en el uso de determinados ingredientes como las recetas para cocinar los platos.
Como ejemplo podemos hablar de las ancas de rana, en países como Inglaterra o Estados Unidos son un alimento tabú, mientras que en Asia, Francia, Perú y otros países son manjares exquisitos.
Debido a los movimientos migratorios producidos en los últimos años, es de especial interés conocer la cultura de aquellos individuos que valoremos, puesto que influirá a la hora de elegir los alimentos. Por tanto, debemos tener en cuenta a la población inmigrante, ya que tendrá unos hábitos alimentarios distintos a los de nuestro medio. Esto hace que debamos realizar una valoración de sus hábitos dietéticos y planificar cuidados personalizados.
“Cuando los hábitos no comportan riesgo nutricional evidente, deben respetarse las costumbres, alimentos o dietas, que forman parte del patrimonio cultural de cada pueblo”.
Alimentación Halal

Judaísmo y alimentación
